Mi muro y opiniones de autoridades

jueves

La misteriosa condición humana revelada por la palabra "Filosofía"

Tú, lector, podrías con todo derecho decirme: "Pero, bueno, espero que no te escudes detrás de lo que otros dicen para eludir el compromiso de explicar lo que tu piensas que es la filosofía. No evites el problema y expón tu pensamiento..."

Y como reconozco que tienes todo el derecho a reclamarlo, yo no rehuiré mi obligación de exponer lo que pienso sobre esta cuestión. Pero, antes bien, tendré que comenzar diciendo - sin ánimo de ofender a nadie- que la palabra "filosofía" no es exactamente el nombre de una disciplina científica. Porque no hay ninguna disciplina científica cuya denominación revele la paradójica y enigmática condición humana ( ni siquiera "antropología" o " psicología" son términos reveladores de paradojas - al menos, en el sentido que yo voy a tratar de hacértelo ver). Y, sin embargo, en la palabra " filosofía" se sintetiza toda una historia que desvela uno de los rasgos esenciales más notables de nuestra humana condición; un misterio que somos y que no dejará nunca de suscitar asombro y dar qué pensar ( quizás, lo más apasionante para el filósofo no es someterse a lo que es pensado o sabido, sino ser seducido por lo que-todavía-da-mucho-que-pensar). La palabra "filosofía" revela en cierto modo el lujo y la miseria, la necesidad y la libertad, lo terrenal y lo espiritual, la finitud y la infinitud que caracterizan a un ser (nosotros mismos) que no nace hecho ni completo sino destinado a tener que esforzarse eligiendo y ser creativo para hacerse-ser humano.

Me gusta cómo recoge esta idea J.A. Marina: "En estricto sentido, no hace falta aprender a vivir. Vivir es una función espontánea. Un óvulo fecundado inicia un dinamismo biológico que no parará hasta la muerte. Ocurre, sin embargo, que el ser humano es un organismo inteligente, que puede elegir distintos modos de vida. Anticipa sucesos, hace planes, toma decisiones, es autor de su propia biografía. En su caso, "aprender a vivir" significa "aprender a vivir bien", lo que implica, evidentemente, que también se puede vivir mal" ( El aprendizaje de la sabiduría. Capítulo 1)


Cuenta la historia que fue Pitágoras el inventor de esta palabra. Quería con ello rechazar la adulación de aquellos admiradores que le llamaban "sabio". Él decía que la sabiduría era prerrogativa de los dioses, eternos y omniscientes, pero impropia para cualquier mortal; por lo que se tenía a sí mismo simplemente como un "amigo de la sabiduría". En efecto, ningún ser humano que sea consciente de los límites de su corta existencia puede llegar a creerse en posesión de la verdad, por lo que, teniendo capacidad para comprender las cosas, lo que más puede honrar al hombre es confesarse humildemente como "buscador de la verdad y del saber", es decir, " filósofo". Y, obviamente, como buscador de algo de lo que por si solo carece, necesitado de una brújula para orientarse en medio de la complejidad e incertidumbre del universo;  y necesitando también convivir y aprender de los demás, puesto que cada vida da una perspectiva fragmentaria sobre el mundo y - como enseñaba Ortega y Gasset- reclama una apertura mental y cordial para encontrar en la mirada del prójimo el complemento que nos falta para enriquecernos con la verdad.

¿ Qué significa esto? Que filosofía revela el estado en que se halla el hombre (ser-en-el-mundo)  cuando ejercita al máximo su humanidad, es decir, cuando se esfuerza por gozar y apropiarse de un proyecto vital que sea cada vez más consciente y consecuente obra suya. Todos nosotros somos seres destinados a  vivir "incómodos", "objetores" de la realidad, pues hacernos más humanos significa tener que abandonar el conformismo adaptativo de la inconsciencia animal y tener que emplear nuestras capacidades no sólo para comprender las cosas sino también para proyectar o inventar las posibilidades que más convienen para mejorar nuestra humanidad. "Filosofía" significaba, pues, la consciencia asombrada que de su propio ser tenía aquél que se sabía una realidad intermedia entre la animalidad y la divinidad; una realidad siempre a medio hacer,  la realización de un continuo quehacer o trabajo inventivos; una posibilidad en camino que tenía que salir del estado de la inconsciencia para llegar a ser posibilidad efectiva de alcanzar un nivel de vida mejor perfeccionando sus capacidades y su conocimiento. No hay humanidad posible ni en el extremo ( por defecto de consciencia) de la brutalidad ni en el extremo ( por exceso de sabiduría) de la divinidad; hay humanidad en la lucha creativa que nos eleva interminablemente desde lo uno a lo otro...Y que, indudablemente, nos permite y exige tender puentes de solidaridad y de comprensión hacia nuestros semejantes.

Y así, Platón, en el Banquete, recogió la idea con un bello mito que comparaba a la filosofía con el dios del amor, Eros. Te dejo este enlace para que leas el fragmento:

pincha aquí

¿ Tiene sentido este mito? ¿ Tiene sentido decir que el amor y la filosofía son dos cosas que se encuentran entre la indigencia y la abundancia, entre la ignorancia y la sabiduría?. ¿ Nos enseña algo sobre lo que somos los seres humanos?

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