Complemento a https://filosofiabetica.blogspot.com.es/2015/03/textos-de-jean-baptiste-morin.html?showComment=1523756058973#c4055485829070228019
En las proximidades de la publicación de sus Meditaciones, el 31 de
diciembre de 1640, Descartes vuelve a hablarle a Mersenne sobre Morin, con ocasión de algo que éste había publicado. El escrito del " Doctore medico atque Parisiis Regio
Mathematum Professore", aprobado "die tertia augusti anni Domini
millesimi sexcentesimi trigesimi quinti", se titulaba: " Quod Deus sit
Mundusque ab ipso creatus fuerit in tempore, ejusque providentia
gubernetur. Selecta aliquot theoremata adversus Atheos. Illustrissimis
ac Reverendissimis DD.DD. Archiepiscopis, Episcopis, totique Clero ad
sacra Comitia Gallica convocato". Descartes meses antes se afanaba por obtener la aprobación de los teólogos parisinos de la Sorbona
para sus Meditaciones intentando que lleguasen al Decano Gibieuf, con la ayuda de su amigo Mersenne. Así
mismo, al mismo tiempo, manifiesta a Mersenne la alegría que le produce
saber que el Cardenal di Bagno aún se acuerde de él. Esto fue en
noviembre de 1640. Pero el 31 de diciembre de 1640, manifiesta en
privado a Mersenne que le conviene cambiar ciertas expresiones latinas
por la mitad de su primera respuesta a las objeciones, que eran las de Caterus ( cambiando "iuxta leges
logicae mea" por "iuxta leges verae logicae"). La razón la confiesa a
continuación a Mersenne: pensando en los Teólogos de quienes dependerá
el aval para la difusión de sus ideas, le dice " i'ay lû des Theologiens
qui, suiuant la Logique ordinaire, quaerunt prius de Deo quid sit, quam
quaesiuerint an sit"( Oeuvres de Descartes III,Vrin,1996. CCXXV, p.
273, 1-3), es decir, que hay que plantear primero por lo que se pregunta
que sobre su existencia. Para él es importante la recepción que este
tratado obtenga de París y Roma, al mismo tiempo que le ha informado
antes a Mersenne de preparar sus Principia Philosophiae, libre ya de toda
superflua retórica literaria para dejar al desnudo las verdaderas
razones de su sistema filosófico en que no será lo esencial Dios y
el alma ( como afirma sobre las Meditaciones en la carta del 11 de noviembre de 1640 al
Decano con el fin de ganar su favor), sino más ambicioso, como ese mismo día escribe a Mersenne:"
pues no trato ahí( Meditaciones) solamente de Dios y del alma, sino en
general de todas las cosas que pueden conocerse filosofando
ordenadamente" ( mi traducción de AT III,p.239, 5-7). Pues, bien, el 31
de diciembre de ese año, Descartes está informado del beneplácito que
obtiene por parte del clero francés ese personaje, Morin, al que
minusvalora. Y le dice a Mersenne lo siguiente: "No me aflige ver lo que
M. Morin escribe sobre Dios, por lo que usted dice que procede de forma
matemática, aunque "entre nosotros" no espero demasiado,porque yo no he
oido decir nada sino que escribe una barbaridad" ( traducción personal
para destacar la ironía despreciativa que rezuman las palabras de AT
III, CCXXV, p.275, 14-18). Pensemos que Descartes era muy consciente de
las dificultades que se le presentaban en su camino de ganar mecenazgo y
veía la facilidad con que otros a su juicio mediocres lo lograban...
Y el 28 de enero de 1641 le dice a Mersenne: ya he ojeado el librillo de
M.Morin, cuyo principal defecto es que trata del Infinito como si su
espíritu estuviese por encima y él pudiera comprender las perfecciones,
lo cual es una falta común casi a todos, cosa que yo he tratado de
evitar con cuidado, pues nunca he tratado del Infinito sino para
someterme a Él y nunca para determinar lo que es o lo que no sea" (AT
III, p.293, 20-25)
Y sigue con algo que podríamos enlazar con la
crítica que tiempo atrás hizo Descartes tras leer " Famosi et antiqui
Problematis de telluris motu, vel quiete hactenus optata solutio".
Entonces, Descartes advirtió en la obra el famoso argumento papal
conocido como la angélica doctrina contra el nuevo paradigma científico
moderno, pero se contuvo expresando sólo su temor de que se convirtiese
en dogma de fe la hipótesis de la inmovilidad de la tierra. Ahora dice
abiertamente: " Pues, antes de explicar nada que esté en controversia,
en su decimosexto teorema, en el que intenta probar que Dios existe,
apoya su razonamiento en que él pretende haber refutado el movimiento de
la Tierra y todo el cielo gira en torno a ella, lo cual nunca se ha
probado"( AT III, pp.293-294, 27,1-5). Y concluye negando la competencia
matemática de Jean Baptiste Morin,pero rogándole a Mersenne que no
trascienda su opinión: "Y de esta manera todo lo que él desarrolla hasta
el final está muy alejado de la evidencia y de la certeza geométrica
que parecía prometer al comienzo. Por favor, que esto quede entre
nosotros, pues no quiero en modo alguno desagradarle" (AT III 294, 7-12)
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