Este último trabajo sobre la doctrina angélica y Descartes, lo dedico a persona muy querida de mi muy querida amiga Ana.Gracias amiga, tu sabes que a tu madre lo dedico.
NOTA IMPORTANTE:
Finalmente, después de terminar esta entrada, estoy convencido de que Descartes por "theses" , en mayo de 1647 entiende y se refiere a las"quaestiones infinitae" y no a una "quaestio finita". Son cuestiones generales, problemas,
y no - como diría David García-Bacca-, tema o toma de postura o respuesta concreta a una "quaestio" general y abstracta. Tomar posición sobre una cuestión disputada sería en la época formular una hipótesis. No se
olvide que Descartes arrastra una educación escolástica, aunque quiere
romper con ella. Los hispanoparlantes pueden confirmar mi aclaración en este libro descargable gratuitamente de Fray Luis de Granada sobre retórica, consultando la página 92 pinchar aquí
He encontrado una declaración privada de Descartes que parece reforzar todo lo que llevo investigado y mi interpretación. Se lo dice a Huygens en un momento que parece de gran tensión en su vida, pues tuvo que preparar su defensa ante los "Curateurs" o responsables de la Universidad de Leyde por las acusaciones dirigidas contra él por teólogos calvinistas. En ese mes, Descartes reitera frecuentemente en su correspondencia el tema del Dios engañador, con preocupación. Y a Huygens le declara confidencialmente: " ie me plaindray seulement des censures de Synodes ou des facultez de
Theologie, et aussy des THESES où ils passent à la condenation auant que
d'auoir examiné les raisons ny les parties ( Descartes to Huygens, 12
may 1647. Oeuvres...,vol. V. Adam & Tannery. Vrin, 1996. pag. 650 ). ¿ Qué quería decir? Aunque , por la época, "où" podría significar "cuando", y en tal caso, Descartes vendría a decir: " ...y me lamentaré ... de las tesis cuando
ellos lleguen a la condenación antes de haber examinado las razones y
oído a las partes"; sin embargo, no creo que sea la traducción correcta al castellano. Parece lo más correcto, siguiendo el uso que Descartes hizó de "theses" en latin y francés en la correspondencia de mayo de 1647, interpretarlo de otra forma. En primer lugar, porque con "theses" significaba una cuestión o pregunta general ( quaestio infinita) y no como lo que hoy entendemos por mantener una tesis o proponer una solución o hipótesis determinada sobre un asunto ( quaestio finita). En segundo lugar, porque se ve muy claro esto en su escrito en latín del 4 de mayo dirigido "aux Curateurs de L'Université de Leyde" donde alude a esas "theses" de sus adversarios y que Descartes dice adjuntar en
un texto perdido : "Haec acta esse dicuntur disputationibus quatuor,
quarum Theses his literis adiungo, ut, si ipsas inspicere dignemini,
measque etiam Meditationes forte aliquando legeritis, euidenter videatis
quam vera sint quae ab ipisis studiosis de illo Regente animaduersa
sunt, eique publice inter disputandum exprobrata" ( ib.idem, pag 4)
Y para más confirmación podemos aducir otro ejemplo: Si se analiza el uso del término "theses" en la correspondencia de otro dia de mayo, puede verse que Descartes utiliza el término para referirse
a cuestiones planteadas por sus adversarios contra sus ideas. Véase
la carta dirigida a Elisabeth el 10 de mayo: " La preuve de cecy est
que , depuis trois ou quatre mois, un certain Regent du College des
Theologiens de Leyde, nommé Reuieus, a fait disputer quatre disuerses
Theses contre moy..." ( tesis de Revius que versaban sobre las ideas de
Descartes sobre Dios) ( En Oeuvres de Descartes. V. Adam & Tannery.
Vrin,1996. pag. 16)
Entonces, pues, ¿ cómo traducir correctamente la confidencia cartesiana a Huygens? Creo que debería traducirse sin duda de la siguiente manera: " Lamentaré solamente las censuras de los Sínodos y de las Facultades de Teología ( católicas),así como también las cuestiones ( theses) en las que ellos lleguen a la condenación antes de haber examinado y escuchado a las partes". Y, obviamente, si nos fijamos en la referencia a las partes de una disputa, queda claro que Descartes entendía por "theses" las " quaestiones infinitae".
Si esto es así, creo que ya he llegado a aportar a todos los estudiosos un elemento importantísimo para acreditar la tesis - ahora sí, en el sentido más actual de "hipótesis"-de que llevo avisando desde mi humilde posición como profesor de bachillerato a la comunidad de especialistas. Y es lo siguiente: En este texto, contextualizado en todo un mes de mayo difícil para Descartes, éste manifiesta conocer las cuestiones que podía plantear Roma y, por ende, las posiciones o argumentos mantenidos por la Curia y los teólogos católicos, ( y, claro, los parisinos - igual que lo manifestó Mersenne en torno a 1634 en su carta a Peiresc y en los cambios que realizó en sus "Questions thèologiques" oponiendo a Galileo la angélica doctrina del Papa, como me reconoció el prestigioso Prof. M. Lerner al manifestarme que él aludió al asunto en uno de sus estudios académicos-). En relación con esas cuestiones teológicas se tenía que incluir necesariamente y por muchos conocida, la actitud escéptica del Papa apelando a la omnipotencia divina, la angélica doctrina, para relativizar las ideas científicas. Pero esta declaración está expresada con duda, cierta inseguridad y yo, personalmente, creo que con la desazón de un hombre que desde 1641 o incluso antes había trazado un plan de influir en personalidades de la Curia para cambiar la mentalidad y la actitud de Roma ante las nuevas ideas científicas. Y hoy estoy cada vez más seguro de que en aquella misiva, donde Descartes manifestaba que buscaba amistad con un consultor ( teológico) que participó en el juicio contra Galileo, él se podía interesar más por Agostino Oreggi y no sólo por el cardenal Francesco Barberini. Pasado el tiempo, las hostilidades de los teólogos protestantes provocaron en Descartes más desazón añadida al posible sentimiento de frustración de haber comprobado que su proyecto relacionado con Roma no había surtido el efecto deseado y que seguiría siendo un extraño dentro del mundo académico universitario católico dominado por los teólogos y filósofos escolásticos... y por los seguidores de las tesis de Roma. Todo ello puede acreditarse con la revisión de la correspondencia de Descartes .
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miércoles
APORTACIÓN IMPORTANTE A TODAS MIS INVESTIGACIONES SOBRE EL CASO DESCARTES, MAYO 1647
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Aletheia
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urbano VIII
EMPIRISMO Y APRIORISMO FORMALISTA EN LA CONCEPCIÓN METODOLÓGICA DE LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA DE DESCARTES
EL EMPIRISMO Y EL APRIORISMO EN DESCARTES: DESCARTES NO FUE UN APRIORISTA PURO.
Quiero compartir con vosotros una interpretación de la metodología cartesiana que cada vez veo más claramente como la más adecuada, a contracorriente de la canónica explicación tanto del método como del sistema filosófico de Descartes. Según esta interpretación, Descartes no era un apriorista puro, al menos en lo que a su concepción de la investigación física de la naturaleza respecta. Todos sabemos de la importancia de los dos momentos del método cartesiano: el analítico y el sintético. Pues, bien, si releemos pasajes de la obra de Descartes ( las reglas para la dirección del ingenio, el Discurso, la correspondencia - por ejemplo, la dirigida a Morinus-, etc.) parece muy claro que en su concepción de la metodología científica hay que distinguir dos aspectos: el heurístico - dentro de lo que en terminología más reciente se denominaría el contexto de descubrimiento-, y el formalista demostrativo - dentro de lo que se denominaría el contexto metodológico de justificación. El primero se realizaría mediante el proceder analítico reductivo, consistente en reducir lo complejo a lo simple, es decir, las estructuras complejas a otras estructuras constitutivas más simples y más clara y distintamente representables. Pero para este paso una investigación de la verdad científica requiere partir de la observación atenta de la realidad dada a los sentidos, y por tanto el proceder científico partiría de la "empiria", es decir, sería " a posteriori". El análisis debería reducir los fenómenos de la experiencia a un constructo explicativo en términos estrictamente conformes con los modelos teoréticos de la fisicamatemática o mecánica. De este modo, la metodología cartesiana proporciona un criterio de aceptabilidad o demarcación científica que implicaría la exclusión como pseudociencia de todo intento de explicación de los fenómenos en términos no reducibles a los principios generales de la mecánica.
Ahora bien, no basta con el análisis, pues éste no puede garantizar con certeza la verdad de un ensayo explicativo de los fenómenos naturales observables. Para ello es preciso el paso de la síntesis, es decir, la derivación deductiva de una explicación hipotética mecanicista de tales fenómenos a partir de principios generales y cuya verdad sea evidente o indudable. Sólo en este momento formal conducente a la verificación deductiva, Descartes sería apriorista.Descartes sólo era apriorista formalmente, es decir, al establecer la necesidad de demostrar deductivamente a partir de los principios de la metafísica y de las leyes generales de la física las hipótesis particulares explicativas de los fenómenos naturales para establecer con certeza su verdad y superar el relativismo o la sospecha escéptica que suponía la posición tradicional de "salvar las apariencias", sostenida por las autoridades escolásticas ante la naciente visión científica del mundo.
En esta línea estoy releyendo a Descartes y veo que encaja perfectamente con mi investigación sobre los motivos profundos del pensamiento crítico representado por la duda metodológica y la génesis de la hipótesis del Deus Deceptor.
Ahora bien, no basta con el análisis, pues éste no puede garantizar con certeza la verdad de un ensayo explicativo de los fenómenos naturales observables. Para ello es preciso el paso de la síntesis, es decir, la derivación deductiva de una explicación hipotética mecanicista de tales fenómenos a partir de principios generales y cuya verdad sea evidente o indudable. Sólo en este momento formal conducente a la verificación deductiva, Descartes sería apriorista.Descartes sólo era apriorista formalmente, es decir, al establecer la necesidad de demostrar deductivamente a partir de los principios de la metafísica y de las leyes generales de la física las hipótesis particulares explicativas de los fenómenos naturales para establecer con certeza su verdad y superar el relativismo o la sospecha escéptica que suponía la posición tradicional de "salvar las apariencias", sostenida por las autoridades escolásticas ante la naciente visión científica del mundo.
En esta línea estoy releyendo a Descartes y veo que encaja perfectamente con mi investigación sobre los motivos profundos del pensamiento crítico representado por la duda metodológica y la génesis de la hipótesis del Deus Deceptor.
Esta relectura me lleva a corregir las consideraciones preliminares que hice sobre la comparación del método cartesiano con el de Galileo en mi ensayo titulado "El caballo de Troya de Descartes". Pero, sin embargo, supone un refrendo para todo lo demás contenido tanto en el libro como en los artículos relacionados en el blog y aquí
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Aletheia
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sábado
Gracias, Prof. José Biedma, por el excelente artículo dedicado a la hipótesis de "El caballo de Troya de Descartes"
Quiero expresar desde aquí mi gratitud al profesor José Biedma por la atención e interés que ha demostrado hacia la hipótesis que expuse en el ensayo "El caballo de Troya de Descartes" y que he seguido ampliando con posteriores investigaciones, muchas de las cuales se hallan publicadas en este blog. El profesor Biedma ha dedicado un excelente artículo al contenido tratado en mi libro, publicado en el un blog creado por un grupo de profesores de Jaén, "Quinta del Mochuelo". Dejo el enlace al artículo en este blog:
http://quintadelmochuelo.blogspot.com.es/2015/08/caballo-de-troya-de-descartes.html
http://quintadelmochuelo.blogspot.com.es/2015/08/caballo-de-troya-de-descartes.html
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