Mi muro y opiniones de autoridades

viernes

Buscar la verdad...


Comienzo sintetizando en cuatro tesis las ideas que quiero desarrollar.

Resumen de la cuestión:


1. Buscar la verdad es nuestra vocación irrenunciable para realizarnos como personas.


2. Es la búsqueda de la verdad lo que nos impulsa a abrirnos al mundo, a comunicarnos, a liberarnos de las cadenas de la ignorancia, del error, del individualismo, del conformismo y el convencionalismo. La verdad nos ayuda a ser humildes y no arrogantes, flexibles para cambiar, fuertes, auténticos y comprometidos.


3. Que cada persona pueda tener un punto de vista distinto sobre algo no significa que todo sea relativo. Significa que tiene que esforzarse más para enriquecerse experimentando, aprendiendo, comunicándose, reflexionando, leyendo, etc., para adquirir una visión más completa y fiel a las cosas mismas.


4. Que lo más cómodo es creer que todo es relativo para no tener que comprometerse y esforzarse por buscar la verdad y, así, evolucionar, crecer espiritualmente y ser cada vez más libre. El relativismo empobrece todo lo humano y no puede dar sentido a nuestra vida.






Desarrollo de la cuestión:






Decía Einstein en su libro " La Física: Aventura del pensamiento" que los hombres de ciencia serían comparables hasta cierto punto con un lector de novelas policiales. En el fondo, ambos tratan de leer e interpretar un libro para llegar a descubrir un gran misterio.


La " lectura del gran libro de la naturaleza" - dice Einstein- " nos ha hecho progresar mucho... y ha sido una fuente de gozo y satisfacción en el avance a menudo doloroso de la ciencia. No obstante el gran número de volúmenes leídos e interpretados, tenemos consciencia de estar lejos de haber alcanzado una solución completa, si en realidad existe."


"En cada etapa tratamos de encontrar una interpretación que tenga coherencia con las claves ya resueltas".


En esa aventura muchas veces los científicos se han visto en la obligación de desechar teorías que parecían perfectas " a la luz de nuevos e inexplicables hechos". Pero, pese a todo, " cuanto más leemos, tanto más apreciamos la perfecta realización del libro, aun cuando la completa solución parece alejarse a medida que avanzamos hacia ella".


Cuando el lector se acerca al final de la novela llega a ver claramente la relación entre los distintos hechos que antes parecían incoherentes y los ve vinculados con otros desconocidos que un buen detective ha descubierto y que ahora se sabe que debían de haberse producido necesariamente. Y algo parecido le sucede al científico cuando llega a dar con una explicación satisfactoria de una serie de hechos mediante el " pensamiento creativo".


Aprovecho las palabras de Einstein para exponer algunas ideas que definen a mi juicio la empresa de la búsqueda del conocimiento.


En primer lugar, que el fin de esta actividad es el apasionado deseo humano de la verdad.


En segundo lugar, este deseo expresa algo profundo de nuestra naturaleza: el espíritu humano no se conforma con vivir en el error, con la incoherencia, la ignorancia, la apariencia, preso del relativismo de la opinión, de los deseos y caprichos, de los prejuicios..., en fin, que nadie puede querer concientemente contentarse con la falta o la pobreza de comprensión. Como enseñaban los escolásticos: el espíritu humano está abierto infinitamente a la realidad. Esta apertura al ser y a la verdad es nuestra vocación.


En tercer lugar, que es esta vocación del espíritu la que hace posible la fuerza de ánimo necesaria para que el hombre quiera superarse a sí mismo cuando se da cuenta de que se equivoca, se confunde, " se deja llevar" por lo ambiental, o de que hasta ahora se ha guiado más por una opinión que por un conocimiento. Esta vocación, pues, nos capacita para sacrificar un poquito nuestro propio ego, nuestra limitada perspectiva individual, abriéndonos más a los demás, deseando aprender de los demás, no cerrarnos a los puntos de vista que tienen los demás y, sobre todo, no cerrarnos a los hechos.


En cuarto lugar, ya se ve lo importantes que son las virtudes de la humildad y el esfuerzo disciplinado y metódico para todo aquél que desee verdaderamente conocer la verdad. Como enseñaba Sócrates, no se puede buscar la sabiduría si no se parte de reconocer la propia ignorancia. Y podríamos añadir: y tampoco sin estar dispuesto a renunciar a muchas ideas preconcebidas y a poner en duda algunas cómodas seguridades.


Reconocer que sin la verdad carece de sentido el quehacer que es nuestra vida no es negar la inevitable circunstancia de que cada uno de nosotros es un individuo concreto afectado por muchos condicionamientos particulares ( físicos, biológicos, psicológicos, sociales, históricos, etc.). Por tanto, es natural que cada persona tenga vivencias diferentes de las cosas con las que se encuentra en su vida. Pero no hay que olvidar una cosa: este mundo en el que - como decían los existencialistas - se encuentra ya lanzada nuestra existencia, tiene una consistencia y una realidad independiente de cada uno. Para desenvolver cada uno su vida en este mundo tiene que aprender a orientarse en él lo más lúcida e inteligentemente que pueda y que sepa. Por eso nos conviene atender a la realidad, estar dispuestos a aprender a mirarla desde variados puntos de vista, enriqueciendo así nuestra comprensión de las cosas y de las gentes. Esta reflexión se inspira en el perspectivismo de José Ortega y Gasset. Este gran filósofo español nos invitaba a ser fieles con nuestra circunstancia vital, con nuestra perspectiva, pero sin cerrarnos a las demás perspectivas y a contrastar nuestra visión con otras visiones alternativas en una búsqueda común, cooperativa.


Finalmente, me gustaría concluir contraponiendo este perspectivismo con la actitud relativista, la de los que se aferran e inmovilizan en su propio punto de vista sobre un tema ( ¿ quizás, mejor, sobre lo que les conviene a ellos ?) y para ello pretextan que la verdad es inaccesible y, por tanto, no vale la pena molestarse en razonar para entender cómo es de verdad la realidad. Este relativismo llega a creer que cualquiera que crea en la razón y en la verdad es un dogmático, un fundamentalista o un fanático, cuando sucede todo lo contrario precisamente. El fundamentalismo y la intransigencia nunca van asociados con la búsqueda de la verdad mediante el diálogo ni el pensamiento críticos.


Finalmente, el relativismo que niega al hombre la posibilidad de conocer y entenderse sobre la base de la verdad conlleva para el ser humano los peligros de :

  • la deshumanización, aislamiento, incomunicación e individualismo,
  • la negación o devaluación de la dignidad de la persona humana,
  • la desmotivación para dar sentido a la vida humana y para comprometerse en un proyecto ético y solidario,
  • la facilidad de instrumentalizar las ideas y las convicciones humanas para intereses de poder.










































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