Mi muro y opiniones de autoridades

domingo

HABERMAS: LA SOCIEDAD TECNOLÓGICAMENTE AVANZADA Y SUS PROBLEMAS.

Jürgen Habermas  ( 1929-     ) es un filósofo alemán perteneciente a la Escuela de Frankfurt. Es quizás el filósofo vivo de mayor prestigio actualmente; como curiosidad, diremos, las autoridades europeas eligieron a Habermas para recoger el premio Nobel de la Paz otorgado hace pocos años a la U.E. Sin embargo, en el verano de 2012 publicó un artículo muy crítico sobre los problemas que amenazaban al proyecto de unión europea en estos tiempos de crisis.

Es interesante seguir sus análisis críticos sobre el desarrollo de la sociedad tecnológica avanzada surgida después de la II Gerra Mundial. Particularmente, creo, tiene gran interés su teoría de las cuatro formas de crisis que pueden crear problemas en este modelo de sociedad. 

Para acercarnos a su figura, podemos ver este audiovisual:



Enrique M. Ureña ( jesuita español fallecido este verano) fue uno de los mayores especialistas en la teoría crítica de la sociedad en nuestro país. Publicó un libro titulado " La teoría crítica de la sociedad de Habermas" ( Tecnos). Otro profesor universitario y Doctor en Filosofía por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Patricio Lepe Carrión, publicó en 2009 un libro divulgativo dirigido tanto a alumnos como profesores, en el que sintetiza el contenido de la obra de Ureña. Se trata de un pequeño manual de descarga libre y gratuita, que se puede encontrar en esta dirección:

http://www.bubok.es/libros/12642/la-teoria-critica-de-la-sociedad-de-habermas-de-enrique-urena-sintesis-interpretativa

Lepe Carrión también ha subido este material y puede encontrarse en este enlace:
http://www.filosofia.net/materiales/resenas/r_4.html

Selecciono aquí algunos fragmentos interesantes para reflexionar tomados de esta obra divulgativa:

  • Los intereses del conocimiento: interés emancipativo y filosofía

"El interés Técnico y el interés Práctico

"Habermas, llama intereses, a las orientaciones básicas de las dos dimensiones antes mencionadas : técnica y social; o , si se prefiere, las dimensiones del trabajo y la interacción.

"Para la primera, la dimensión técnica, o de relación entre Hombre y Naturaleza, adjudica el interés técnico, orientado justamente al dominio de la naturaleza externa, en su relación con las cosas y sucesos, de una manera instrumentalista, por una experiencia sensorial, y expresado siempre en un lenguaje fisicalista (de medida, peso, etc.).

"Y para la segunda dimensión, la social, de interacción, o de relación entre Hombre-Hombre, le correspondería un Interés práctico, orientado al entendimiento de la sociedad en sus relaciones mutuas; y por ello, es de una acción netamente comunicativa y dirigida hacia las personas y sus expresiones (sistemas sociales). Su categoría lingüística es de tipo intencional, es decir, bajo conceptos de moral, libertad, justicia, etc.

"Para explicar esto, Ureña recurre a una ejemplo sencillo, aunque como él mismo dice: “rudimentario”, pero a mi juicio, bastante claro. Suponiendo que en un gran comedor existiera un muralla que lo dividiera en dos secciones; y en una de ellas se encuentran ingenieros y en la otra trabajadores; dice Ureña que, esa muralla no es un objeto de conocimiento “en sí”, sino sólo en relación a la actitud con la que me enfrento a la misma; por ser, si yo fuera un arquitecto y me enfrento a ese muro, lo veré con un interés (técnico), propio del área específica de conocimiento al que pertenezco, es decir, como un conjunto de materiales, de determinada calidad, inclinada, de tal grosor, etc. Pero si yo fuera un sociólogo, mi interés sería distinto (práctico), pues, vería la pared como un muro de división entre clases sociales que impide la comunicación o el diálogo entre ellos.

"Como vemos, esto echa por tierra, tanto el carácter objetivista del positivismo, en tanto no es el único criterio de cienticidad; y por otro lado, al supuesto conocimiento “desinteresado”, que según Habermas, era el que compartía el positivismo con la filosofía tradicional.

"Con esto, se rescata además, el papel sino protagonista, si fundamental, del sujeto cognoscente, menos como un sujeto idealista, que como un sujeto histórico-social; lo que, evidentemente, viene a ser el puente de unión entre una Teoría del Conocimiento y una Teoría de la Sociedad, pues, no es posible esta nueva forma de planteamiento, sino fundada en una reflexión del proceso de desarrollo histórico de la humanidad.

"El Interés Emancipativo: La Filosofía como Crítica

"Los intereses del conocimiento que ya hemos planteado anteriormente, vienen a orientar la producción y autoconstitución propia del ser humano. Es decir, que tanto el interés técnico, como el práctico, son los principios que guían los impulsos del género humano por autoconstituirse.

"Pero para ver cuál es la interrelación entre ambos intereses, hace falta un nuevo interés: el de emancipación, que viene a resolver esa disyuntiva.

"Éste interés está dado justamente en esa correspondencia que tiene con el proceso histórico de autoconstitución, concebida como un proceso de liberación de los poderes opresores que provienen tanto de la naturaleza externa, como de la perturbada naturaleza interna.

"Este interés emancipativo, es el fundamento de los otros intereses; no está por sobre ellos, sino más bien, debajo de los mismos, con tal de aunarlos en la Crítica. Porque el interés emancipativo, al igual que los otros intereses, se corresponde también con un tipo de Ciencias: las Ciencias Críticas; pero esta Crítica, es concebida como una autorreflexión nacida al interior de los intereses técnicos y prácticos; pues, de esta unión es que nace el verdadero carácter de la emancipación, ya que, aquí está la explicación o fundamento a la relación intrínseca entre Ciencia y Filosofía. Esto, porque justamente la Filosofía es entendida y validada sólo como Crítica; y en este sentido, recupera su lugar frente a las ciencias de la naturaleza que, van a necesitar de la filosofía para no estancarse como lo hizo con el positivismo al desconocer, o más bien, al olvidar cuál era el verdadero sentido de su conocimiento."

  • La evolución histórica de los modelos sociales: sociedad tradicional, sociedad moderna y sociedad capitalista avanzada
"Si en las sociedades tradicionales ( por ejemplo, la sociedad feudal o la del antiguo régimen) la acción comunicativa ( bajo la influencia de la tradición, la moral, las creencias religiosas) preponderaba por sobre los subsistemas de acción técnica ( las relaciones económicas y políticas, por ejemplo, la existencia de estamentos y relaciones de señorío-servidumbre) ; en las sociedades modernas ( por ejemplo, las surgidas a partir de la revolución francesa) sucede que la acción técnica ( por ejemplo, las reglas del mercado) traspasa el marco institucional justificando y legitimando así la estructura injusta de clases; pero en la sociedad capitalista avanzada ( tras la II Guerra Mundial), sucede que la acción técnica no sólo prepondera sobre la acción comunicativa, sino que tiende a eliminarla, tecnificando todo lo que esté a su alcance, incluso la política se tecnifica ( se profesionaliza , se convierte en un trabajo que requiere expertos técnicos en la toma de las decisiones que afectan a la sociedad; se desarrolla un complejo entramado administrativo-burocrático cada vez más alejado de la participación ciudadana), y los problemas morales ya no son tratados en debates públicos, sino que, como política tecnificada y legitimadora de los poderes opresores en la nueva sociedad superindustrializada, se preocupa de mostrase eficiente en su administración del progreso técnico y científico, haciendo creer a la gente que por medio de ellos pueden alcanzar un nivel más alto de vida, y que por tanto, una buena administración en estos asuntos (inversión monetaria técnica y científica), legitima su poder y opresión. Lo peor, es que la sociedad capitalista avanzada así lo cree ( es la sociedad del bienestar, en la que se da el fenómeno de la "despolitizacón de las masas", es decir, la sociedad civil  se va desinteresando de la política aunque tiende a esperar que los técnicos de la política pueden arreglar sus problemas. En las sociedades modernas se va hurtando a la ciudadanía el debate racional sobre esos problemas)"
  • La inevitable crisis por venir: La Sociedad Mundial Deshumanizada
"Habermas ...considera ...que no es bueno el que esta tecnificación traiga consigo la pérdida de la discusión racional de problemas morales, y no sea de este modo, el centro a través del cual se podría producir el inicio de una emancipación cultural de la sociedad misma."

  • Las crisis de la sociedad superindustrial avanzada:
"Hay cuatros tipos de crisis que Habermas deriva necesariamente de unas contradicciones en el sistema social (o en el modelo sistémico).

"Una crisis económica no cabe discutir acá por razones evidentes, pero valga decir que ésta ya la había hecho evidente Marx con su crítica a la economía política burguesa, cuando decía que las mismas contradicciones internas serían el punto neurálgico por el cual el sistema capitalista se derrumbaría; es decir, por la brecha entre abundancia y miseria, o entre la concurrencia de intereses opuestos, etc. Y por otro lado la crisis motivacional, que es propia del sistema normativo sociocultural de una sociedad que está al final de su proceso de identidad, en que los incentivos de un sistema político ya no motivan la lealtad de la masa, que no se siente interpelado por las orientaciones que el sistema social le propone; ha pasado, por tanto, a interpretar el sentido de su vida de una manera diferente; ya no se siente atraída por los placebos que la política le entrega con tal de obtener a cambio su lealtad (o legitimación); placebos que se traducen en aparatos eléctricos de última tecnología, un buen auto, un buen status social, etc., pero que ahora, no serían ya necesarios, porque el hombre habría comprendido al fin que, es más importante aliviar el sufrimiento humano, las diferencias sociales de clases, etc., y no dejarse engañar por alicientes pasajeros.

"Las crisis de racionalidad y de legitimación, y que nos interesan en este capítulo, nacen necesariamente de –como ya dijimos- contradicciones en una sociedad sistémica. Por un lado, tenemos que –y como ya vimos en el capítulo IV- en toda sociedad capitalista, liberal o avanzada, se requiere de una intervención del aparato estatal en los asuntos económicos; y cuando éste Estado que interviene es incapaz de resolver esa misión reguladora de la concurrencia económica (algo de por sí, imposible de regular hasta el punto de evitar una necesaria crisis), se produce una crisis de racionalidad, que es una crisis sistémica por la incapacidad del Estado en regular y estabilizar el sistema; lo que le trae, como consecuencia una pérdida de legitimación.

"Por otro lado, una crisis de legitimación, se produce cuando el Estado, interviene más allá de la esfera económica, y se compromete con la esfera sociocultural, en tanto que, hace suyas las responsabilidades que en un principio se regulaban de forma natural e incuestionablemente ajenas al ámbito político. Ejemplo de este tipo de intervención estatal, lo vemos en la institución familiar (en cuanto imposiciones, recomendaciones o permisiones de control natal), o en la institución educativa. Es así como estas instituciones, van exigiendo cada vez más, una fundamentación racional que ha de ser discutida como una cuestión pública, social, con tal de ser validadas y legitimadas por la mayoría de los miembros que componen el todo social. La contradicción está en que justamente esta pretensión del Estado por fundamentar racionalmente las instituciones socioculturales, viene a ser una fantasía, pues, los intereses normativos y morales, son casi contrarios y totalmente diferentes a los intereses del aparto político administrativo."

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