Mi muro y opiniones de autoridades

martes

Descartes y los cardenales de Roma. Tercera parte. El caballo de troya de Descartes

Dejé una pregunta sin formular en el momento de hallar tanto interés en Descartes por hacerse amigo de algún cardenal del colegio cardenalicio romano que estuvo presente en el tribunal que juzgó a Galileo - y que no era otro sino el sobrino del Papa Urbano VIII, Francesco Barberin ( 1)i-, y en el gran empeño que puso en ganarse protectores entre los cardenales romanos, como confiesa a Mersenne en su correspondencia privada. Esa pregunta sólo puede tener su apropiada respuesta poniéndonos en el lugar de un hombre lúcido del S. XVII que, partícipe de su época, estuviese bien informado de la continuación de Urbano VIII en la tradición de nombramiento de cardenales nepotes, entre ellos, a Francesco , Antonio Marcello  y  Antonio Barberini.  https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Cardenales_nepotes#Siglo_XVII

Era famoso Urbano VIII por su nepotismo, y esta información era bien conocida en el tiempo de Descartes. Véase lo siguiente:

" El error más grande de Urbano fue su excesivo nepotismo. Tres días después de su coronación nombró cardenal a su sobrino Francesco Barberini; en 1627 le nombró bibliotecario del Vaticano; y en 1632 vicecanciller. Francesco no abusó de su poder. Construyó el gran Palacio Barberini y fundó la famosa Biblioteca Barberini que fue adquirida en 1902 por el Papa León XIII y pasó a formar parte de la Biblioteca del Vaticano. El sobrino de Urbano, Antonio Barberini, el Joven, fue nombrado cardenal en 1627, después fue nombrado camerlengo en 1638, y después comandante en jefe de las tropas papales. Fue legado en Aviñón y Urbino en 1633; en Bolonia, Ferrara y Romaña en 1641. El hermano de Urbano, Antonio, quien era capuchino, recibió la Diócesis de Senigaglia en 1625, fue nombrado cardenal en 1628 y después designado gran penitenciario y bibliotecario del Vaticano. Un tercer sobrino de Urbano, Tadeo Barberini, fue nombrado Príncipe de Palestrina y Prefecto de Roma. Son casi increíbles las inmensas riquezas acumuladas por la familia Barberini a través del nepotismo de Urbano. Finalmente, atormentado por los escrúpulos debido a su nepotismo, Urbano designó dos veces un comité especial de teólogos para que investigaran si era legal que sus sobrinos retuvieran sus posesiones, pero en ambas ocasiones el comité decidió a favor de sus sobrinos. Entre los miembros del segundo comité estaban el Cardenal Lugo y el Padre Lupis.
Como reglqa, Urbano seguía su propio juicio al gobernar el territorio papal; aun sus sobrinos tuvieron poca influencia durante los primeros diez años de su pontificado. Honró a los cardenales ordenándoles dar precedencia sólo a las cabezas coronadas, y en un decreto del 10 de junio de 1630, les confirió el título de “Eminencia”, siendo que su título anterior era “Ilustre y Muy Reverendo”".
http://ec.aciprensa.com/wiki/Papa_Urbano_VIII

Por otra parte, como es sabido, desde 1523 hasta 1978 no hubo otro Papa que no fuese elegido de entre los cardenales italianos por el Colegio de los cardenales romanos. Esto era ya algo bien asentado como una tradición en el S. XVII. Y no menos en el papado de Urbano VIII. http://www.religionenlibertad.com/de-los-papas-no-italianos-22750.htm

La pregunta, pues, podría ser: ¿ Qué podía esperar un filósofo como Descartes que tanto empeño demostró en su correspondencia privada por ganarse la simpatía, la protección y favor hacia su obra, no de la alta aristocracia laica, sino del mecenazgo por parte de los mismísimos cardenales de la curia romana, entre ellos Francesco Barberini? .

Pero la clave de respuesta para esta pregunta no sólo requiere revisar toda la correspondencia privada de Descartes sino también tener presente la obvia cuestión histórica siguiente: ¿ Qué papel jugaban los cardenales romanos en relación con la cabeza del poder dentro de la Iglesia Católica Romana en el S.XVII y sobre quiénes podrían hacerse apuestas como papables en ese mismo siglo?. 

Creo que estas cuestiones no son baladíes y que si se analizase la correspondencia privada de Descartes se develarian ciertos datos congruentes e irrefutables que apuntan a las intenciones humanas, demasiado humanas, propias de un escritor del barroco que quería ganarse el favor de Roma para cambiar la mentalidad de la Iglesia en favor de las nuevas ideas científicas. Precisamente con el arte y la sofisticación intelectual de la que, según confesó Descartes, careció Galileo.

Y estoy bastante seguro que no puedrá excluirse que alguna vez en su vida Descartes alentó la esperanza de poder alcanzar el beneplácito y aceptación de Roma para su sistema filosófico, no tanto por éste mismo, sino por lo que alguna vez confesó a Mersenne, a saber: la expectativa de que la jerarquía eclesiástica cambiase de posición en relación con el movimiento de la tierra y, por ende, con las nueva visión científica del mundo, una vez que todo ello se siguiera deductivamente a partir de fundamentos absolutamente incontrovertibles o evidentes. 

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( 1)   Of the ten cardinal inquisitors seven were present, the average number at meetings. The most conspicuous absence was that of Francesco Barberini, the Pope's nephew, who had always advocated clemency. The second absentee was Cardinal Gaspare Borgia...The third was Cardinal Laudivio Zacchia. No documents explaining these absences have survived, and the three cardinals may simply have been ill or bound by other duties on that day. http://www.unav.edu/web/ciencia-razon-y-fe/the-galileo-affair

ADDENDA: De esta cita se desprende que la ausencia del cardenal Barberini  en el segundo proceso contra Galileo pudo ser interpretada como un gesto de reserva o de clemencia hacia Galileo, lo que, de ser sabido por Descartes, pudo alentarle a buscar su amistad mientras mantuviese viva la ilusión de que llegase el día en que la Iglesia romana aceptase el copernicanismo para  sacar él  a la luz  el Tratado del mundo .

...En definitiva, el móvil al que apunta la correspondencia privada de Descartes puede dar materia para una obra de ficción , pero la realidad es que este racionalista, en su vida privada confesó a Mersenne parte de sus deseos secretos y, entre ellos, la esperanza de persuadir o modificar la actitud de la jerarquía católica hacia el copernicanismo.  Probablemente este pensamiento íntimo pudo inspirar también la intención con la que escribió los Principios de la filosofía, obra que Descartes esperaba que algún día llegase a ser el manual de estudio filosófico y científico en todas las universidades

lunes

Descartes y los cardenales de Roma. Segunda Parte. El caballo de Troya.

( Dedié à la Dott.ssa Natacha Fabbri. Merci pour l'encouragement de la reconnaissance que mon travail sur Mersenne a obtenu d'une spécialiste comme vous)

Doy a conocer dos documentos cartesianos que me parecen estrechamente vinculados. El primero, parece estar dirigido a un sacerdote jesuíta ( por cierto, en ese tiempo, Descartes expresó en otras cartas que estaba muy persuadido de que cada vez más la Compañía estaba a su favor). El segundo, es un fragmento de una carta a Mersenne. No he querido publicar aquí un comentario a estos documentos, con todos los aspectos que podemos deducir del contenido de estos pensamientos de Descartes. Algunos son patentes. Resalta el hecho de que Descartes, desde 1638, al menos, trató de ganarse el favor y la protección de gente poderosa dentro de la corte romana. Lo hacía con el propósito no sólo de evitar la censura para sus escritos filosóficos, sino también obtener apoyos a sus ideas. Asímismo, esperaba que todo ello pudiese favorecer un cambio de actitud dentro de la Iglesia en relación con el mismo asunto que motivó la condena y adjuración de Galileo. Para todo ello, tan importante como la fuerza y la validez de las razones, era lograr adhesiones y mecenazgos dentro de la corte romana en aquellos tiempos del Barroco.

Por otra parte da qué pensar el hecho de que en numerosas ocasiones Descartes reitere que su sistema filosófico está tan estrechamente ligado a la hipótesis que dio pie a la condena de Galileo: la defensa del movimiento de la tierra y, con ello, las nuevas ideas científicas basadas en la aplicación de la matemática a la investigación de los fenómenos naturales. En ello, no sólo Descartes, encontraba el férreo muro de la intolerancia por parte de la Escuela, que no veía en las matemáticas aplicadas otro valor que el de "salvar las apariencias". " Existía la idea de que la ciencia matemática  no podía demostrar cómo era realmente la naturaleza: su alcance sería mucho más limitado, sólo podría proporcionar explicaciones hipotéticas de los fenómenos" ( El caso Galileo. Mito y realidad. M. Artigas y W.R.Shea. Encuentro, 2009. p 216). Este podía ser muy bien uno de los falsos presupuestos de la filosofía "vulgar" que mantenía a la teología sujeta a la cosmovisión geocentrista de la física aristotélica. Descartes no podía estar de acuerdo con la clásica distinción entre las disciplinas auxiliares matemáticas, consideradas como meros instrumentos de cálculo para "salvar las apariencias" , y las ciencias demostrativas, identificadas con la filosofía primera y segunda de Aristóteles, como únicas capaces de llegar a conclusiones ciertas sobre la constitución del mundo real. Porque el principio del que partía el pensamiento cartesiano era la unidad del saber y, por ende, la unificación dentro de una única teoría física de las leyes que explicaban todos los fenómenos naturales, tanto los terrestres como los celestes. Descartes se proponía ganar adhesiones para su metafísica dentro de Roma, al menos, no tener a Roma como enemigo. Pero creo que hay sobradas razones para poder pensar que, con ello, Descartes se planteaba introducir en Roma un verdadero "caballo de Troya" para modificar la férrea posición eclesiástica y teológica contra las nuevas tendencias del pensamiento científico ( ver mi "Caballo de Troya de Descartes")

Lettre À *** ( entre 1641 et 1644)

Je suivrai le plus exactement qu' il me sera possible vos ordres et vos avis, principalement dans les choses qui regardent la théologie et la religion, où je ne pense pas qu' il y ait rien avec quoi ma philosophie ne s' accorde beaucoup mieux que la vulgaire. Et pour ce qui est de ces controverses qui s' agitent aujourd' hui dans la théologie, à cause des faux principes de philosophie sur lesquels elles sont fondées, je ne m' ingérerai point de les vouloir éclaircir, de peur de passer les bornes de ma profession. Mais s' il arrive jamais que mes opinions soient reçues, j' ose croire que toutes ces controverses cesseront, et qu' elles tomberont d' elles-mêmes. Il ne me reste plus à présent qu' un seul scrupule, qui est touchant le mouvement de la Terre. Et pour cela, j' ai mis ordre à ce qu' on consultât pour moi un cardinal qui me fait l' honneur de m' avouer pour un de ses amis, il y a plusieurs années, et qui est l' un de cette Congrégation qui a condamné Galilée(1). J' apprendrai volontiers de lui comment je dois me comporter en cela; et pourvu que j' aie de mon côte Rome et la Sorbonne, ou du moins que je ne les aie pas contre moi j' espère de pouvoir tout seul soutenir sans beaucoup de peine, tous les efforts de mes envieux. Quant aux philosophes, je ne leur déclare la guerre, que pour les obliger à une paix. Car m' apercevant déjà que secrètement ils me veulent du mal et me dressent des embûches, j' aime bien mieux leur faire une guerre ouverte, afin qu' ils soient, ou victorieux, ou vaincus... Je ne pense pas aussi que ma philosophie me doive faire de nouveaux ennemis; bien au contraire, j' espère qu' elle me procurera de nouveaux amis, et de nouveaux défenseurs. Que si néanmoins le contraire arrivait , mon esprit n' en sera point abattu pour cela, et je ne laisserai pas durant la guerre, de jouir en mon intérieur d' une paix et d' une tranquillité aussi profonde que j' ai fait jusques à présent au milieu de mon repos.
( René Descartes: Correspondence 2. Éditée et annotée par Jean-Robert Armogathe. Gallimard, 2013. p. 836)

TRADUCCIÓN:

Observaré lo más exactamente que me sea posible sus órdenes y opiniones, principalmente en las cosas que conciernen a la teología y la religión, en lo que no pienso que haya nada con lo que mi filosofía no concuerde mejor que la filosofía vulgar ( escolástica). Y por lo que respecta a esas controversias que se producen hoy dentro de la teología, a causa de los falsos principios de la filosofía sobre los cuales se fundan, no intervendría para quererlas aclarar, por temer pasar los límites de mi profesión. Pero si ocurriese que mis opiniones fuesen aceptadas, yo me atrevo a creer que todas esas controversias cesarán, y que ellas caerán por sí mismas. Sólo me queda hasta hoy un sólo escrúpulo, que es sobre el movimiento de la Tierra. Y por eso, hace varios años, pedí que se consultase por mí a un cardenal que hiciera el honor de admitirme como uno de sus amigos y que pertenece a la Congregación que condenó a Galileo (1). Yo aprenderé de él de buen grado cómo me debo comportar en esto; y siempre y cuando tenga de mi parte a Roma y la Sorbona, o por lo menos que no las tenga contra mí, espero ser capaz de soportar solo todos los esfuerzos de mis enemigos. En cuanto a los filósofos, no les declaro la guerra más que para obligarles a la paz. Pues dándome cuenta que veladamente ellos me desean el mal y me tienden trampas, prefiero declararles una guerra abierta, a fin de que sean vencedores o vencidos...No pienso tampoco que mi filosofía deba crearme nuevos enemigos; al contrario, mi espíritu no será abatido por esto, y no dejaré durante la batalla de disfrutar en mi corazón de una paz y una tranquilidad tan profunda como la que he experimentado hasta ahora en medio de mi reposo.


Lettre à Mersenne ( Leyde, décembre 1640)

Je ne suis pas marri que les ministres ( ¿ los pastores protestantes?) fulminent contre le mouvement de la Terre; cela conviera peut -être nos prédicateurs à l' approuver. Et à propos de ceci, si vous écrivez à ce Médecin du Cardinal de Bagni, je serais bien aise que vous l' avertissiez que rien ne m' empêché jusqu' ici de publier ma philosophie, que la défense du mouvement de la Terre, lequel je n' en saurais séparer, à cause que toute ma physique en dépend; mais que je serai peut-être bientôt contraint de la publier, à cause des calomnies de plusieurs, qui, faute d' entendre mes principes, veulent persuader au monde que j' ai des sentiments fort éloignés de la vérité; et que vous le priez de sonder son Cardinal sur ce sujet, à cause/ qu' étant extrêmement son serviteur, je serais très marri de lui déplaire, et qu' étant très zélé à la religion catholique, j' en révère généralement tous les chefs. Je n' ajoute point que je ne me veux pas mettre au hasard de leur censure; car, croyant très fermement à l' infaillibilité de l' Église, et ne doutant point aussi de mes raisons, je ne puis craindre qu' une vérité soit contraire à l' autre.
( op. Cit., vol.1, p.433)

TRADUCCIÓN:

No me aflige que los pastores monten en cólera contra el movimiento de la Tierra; esto incitará quizás a nuestros predicadores para aprobarlo. Y en relación con esto, si V escribe al médico del cardenal Bagno, me alegrará que V le advierta que nada me ha frenado hasta aquí a publicar mi filosofía salvo la defensa del movimiento de la Tierra, lo cual yo no sabría separar, a causa de que depende de ( los principios de) mi física, ; pero que bien pronto quizás esté obligado a publicarla, a causa de las calumnias de varios, que, por no prestar atención a mis principios, quieren persuadir al mundo de que mis sentimientos están muy alejados de la verdad; y que V le pida que sondee a su Cardenal sobre este tema, a causa de que, siendo extremadamente servidor suyo, me afligiría mucho disgustarle, y que siendo muy ferviente como católico, reverencio generalmente a la jerarquía de la Iglesia. Añado que no deseo caer en la desgracia de su censura; pues, creyendo muy firmemente en la infalibilidad de la Iglesia, y no dudando tampoco de mis razones, no puedo temer que una verdad sea contraria a la otra.


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(1) Nota tomada de Armogathe, p. 1145: Note de CI-Ins: " Barberin, car Bagné n' en était pas"( le cardinal Francesco Barberini et non le cardinal Guidi di Bagno). Descartes avait confié à Mersenne le soin de faire parvenir des exemplaires du Discours-Essais à ces deux cardinaux ( vour à Mersenne, 6 décembre 1638, AT II 464 1.16- 465 1.5, B196)


Nota personal: La opinión de Amorgathe es bastante segura, pero no incontrovertible. Por un lado, di Bagno se movía por Roma en aquellas fechas, con gran influencia dentro de la Curia. Por otro lado, el Cardenal Guidi di Bagno vivió hasta medidados de 1641; por otra parte, en 1631 formó parte del Santo Oficio: " Divenne membro del S. Uffizio e fu presente al concistoro dell'8 marzo 1632, quando il cardinale Gaspare Borgia con un energico intervento sollecitò Urbano VIII a sostenere l'imperatore nella guerra contro la Svezia " 
http://www.treccani.it/enciclopedia/guidi-di-bagno-giovanni-francesco_(Dizionario-Biografico)/
Por tanto, cabe la posibilidad de que Descartes, si esta carta dirigida muy probablemente a un jesuita fue escrita antes de julio de 1641, estuviese haciendo referencia también al Cardenal Guidi di Bagno. Aunque supiese que el cardenal  Guidi di Bagno entró como miembro del Santo Oficio, no tenía necesariamente que saber si tuvo alguna participación en el juicio concreto contra Galileo. Puesto que a mí no me consta que Descartes pudiese llegar a ser amigo de Francesco Barberini, si puedo aducir un motivo para pensar que deseó la amistad de Guidi di Bagno, puesto que, al parecer, sí lo llegó a ser de su hermano Nicolò: " Befriended by René Descartes, who highly esteemed his brother Gianfrancesco"


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De todo ello se sigue que, desde 1638 en adelante, Descartes, contando con la ayuda de Mersenne y de intermediarios, trató de ganarse el favor de dos cardenales ( el sobrino del Papa y di Bagno). Se trataba de mover los hilos dentro de la corte pontificia, ganarse la protección de personajes influyentes dentro de la Iglesia y, mediante este patronazgo, ganar la aprobación y legitimación para sus ideas filosóficas y científicas. Como hombre de su tiempo, sabía que debía buscar el apoyo de los poderosos para defender su proyecto. Y sus miras estaban puestas en Roma. Incluso, tenía la expectativa de que llegase un día en que la Iglesia modificase su posición sobre el tema que fue objeto de la condena a Galileo. No me cabe duda que él esperaba que ello fuese un éxito de su sistema filosófico. 

domingo

Descartes y los cardenales de Roma: ¿ Qué buscaba Descartes de los cardenales italianos?. Primera parte



Me propongo rescatar una parte de la biografía de Descartes sobre la que muy poco se ha hablado: sus intereses en Roma.

No me refiero a la iniciativa que tomó de enviar su Discours de la Methode a los Cardenales Guido di Bagno y Francesco Barberni. Esto pudo ser el punto de partida, pero la historia no debió concluir con ello.

El 31 de marzo de 1638 escribió a Mersenne lo siguiente:

" Je vous remercie du soin que vous avez eu pour les livres de Rome; le retardement ne sera peut-être qu' avantageux, à cause que ceux auxquels ils s' adressent en auront pu cependant ouïr parler" 
 ( René Descartes. Correspondence, 1. Editée et annotée par Jean-Robert Armogathe. Gallimard, 2013, p. 167)

Es decir:

"Os agradezco el cuidado que V. ha tenido por los libros de Roma; la demora no será quizás sino beneficiosa, a causa de que aquéllos a los cuales se destinan habrán podido mientras tanto oir hablar"

Parece que Descartes quería regalar su libro a unos Cardenales, aunque no tenía prisa para que su libro llegase a sus manos, pues pensaría que estarían más motivados para leerlo al recibirlo si antes habían " podido oir hablar" sobre el libro y su autor. Como vemos, Descartes era un estratega...

 Pero quiénes eran estos cardenales y , en segundo lugar, con qué objetivo tenía tanto interés Descartes de que leyesen su Discours.

En relación con la primera cuestión, la respuesta podemos encontrarla en una de las anotaciones del P. Jean-Robert Amorgathe:

" Descartes avait confie à Mersenne le soin de faire parvenir des exemplaires du Discours-Essais aux cardinaux Gianfrancesco Guidi di Bagno et Francesco Barberini ( à Mersenne, 6 décembbre 1638, AT II 464 I. 16-465 I. 5, B196) Le même Mersenne avait servi d' intermédiarie pour en faire parvenir un exemplaire à Galilée ( Opere, Ed. Naz., t. 17, p. 299; CM VII 44)

Es decir, " Descartes había confiado a Mersenne el cuidado de hacer llegar unos ejemplares del Discurso y los Ensayos a los Cardenales Gianfrancesco Guidi di Bagno y Francesco Barberini... El mismo Mersenne había servido de intermediario para hacerle llegar un ejemplar a Galileo" ( op. cit., p.866)

Y, en efecto, en diciembre de 1638 escribió Descartes a Mersenne, diciendo:

" Je vous remercie du soin que vous avez des livres que j' avais destinés pour l' Italia. J' avais écrit une lettre à Monsieur le Cardinal Bagné..., j' avais eu dessein de lui envoyer deux exemplaires à lui seul, et autre à Monsieur le Cardinal Barberin, que je pensais lui adresser par Monsieur de Pe(iresc). Mais si Monsieur le Nonce en veut prendre la peine, cela serait encore beaucoup mieux. Ce qui m' obligeait d' envoyer à Monsieur le Cardinal Barberin est que l' observation que j' explique à la fin des Météores est venue de lui. Et parce que Monsieur Gassendi l' a ci-devant fait imprimer, cela me fait souvenir de vous demander de ses nouvelles, et quel jugement il fait de ce que j' ai écrit là-dessus, car vous ne m' en avez jamais rien mandeé"  ( op. cit. p.305)

" Le agradezco el cuidado que ha tenido en los libros que yo había destinado a Italia. Yo había escrito una carta al Señor Cardenal Bagno...yo había tenido el deseo de enviarle dos ejemplares a él solo, y otro al Señor Cardenal Barberini, que yo pensaba dirigirlo por el Señor Peiresc ( fallecido en 1637). Pero si el Señor Nuncio ( Georgio  Bologneti, nuncio de Francia en 1638  ) se toma la molestia de ello, esto será aún mucho mejor. Lo que me obligaba a enviarlo al Cardenal Barberini es que la observación que yo explico al final de los "Meteoros" proviene de él (  la descripción de los parhelios observados en Roma, enviada por Barberini a Peiresc, y que recibió Descartes a través de la intermediación sucesiva de Gassendi y de Reneri  ). Y porque Gassendi hasta el momento la hizo imprimir, esto me hace recordar pedir a V. noticias de él, y qué juicio hace él de lo que yo escribí entonces, pues V. no me comentó nunca nada"

Pasemos a la segunda cuestión, sobre los motivos. No hay por qué dudar de los motivos expresados por Descartes en su correspondencia con el P. Mersenne. Ahora bien, eso no excluye que pudiese haber concebido un proyecto de más largo alcance todavía, como veremos, con pruebas documentales, en una próxima entrada.

A.C. Grayling, en su libro titulado " Descartes" ( Simon & Schuster, 2006) explica en el capítulo 7 que estos regalos estaban destinados para "tantear el terreno ( test the waters)", no tanto para ver si su punto de vista era teológicamente aceptable, sino más bien para ver si ellos congeniaban con éste. Descartes, pues, esperaba el apoyo de Roma.

Es curioso cómo, tras la condena de Galileo, Descartes se preocupa paulatinamente más por abordar aspectos teológicos doctrinales en su correspondencia ( compárese por ejemplo, las negativas que da a Mersenne para tratar cuestiones teológicas que éste le plantea en la correspondencia de 1630, y cómo más tarde aborda cuestiones teológicas como la interpretación del Génesis, la Trinidad y el dogma de la transustanciación eucarística). Entre 1635 y 1636 escribe a Mersenne estas palabras reveladoras:

" J' avance fort peu, mais j' avance pourtant. Je suis après à décrire la naissance du monde, où j' espere comprendre la plus grande partie de la physique. Et je vous dirai que depuis quatre ou cinq jours, en relisant le premier chapitre de la Genèse, j' ai trouvé comme par miracle qu' il se pouvait tout expliquer suivant mes imaginations, beaucoup mieux ce me semble qu' en toutes les façons que les interprètes l' expliquent, ce que je n' avais pas ci-devant jamais espéré. Mais maintenant je me propose, après avoir expliqué ma nouvelle philosophie, de faire voir clairement qu' elle s' accorde beaucoup mieux avec toutes les vérités de la foi, que ne fait celle d' Aristote" ( Op. cit. , p. 133)

Descartes, pues, es muy claro: A partir de ahora, " me propongo , después de haber explicado mi nueva filosofía, hacer ver claramente que ella concuerda mejor con todas las verdades de la fe, como no lo hace la de Aristóteles".

Pero Descartes también había escrito a Mersenne en 1632 sobre el gran triunfo de los aristotélicos, quienes habían logrado que el geocentrismo se convirtiese en algo así como un " artículo de fe" ( véase una entrada anterior). Por tanto, Descartes debía tener en cuenta que su propósito no podía ser fácil, sobre todo, después de la condena de Galileo... Pero él confiaba en la fuerza de su estrategia argumentativa, así como en la posibilidad de ganar apoyos en el Colegio Cardenalicio, para lograr más fácilmente sus objetivos.

 Como informa Grayling, una librería romana llegó a pedir al editor del Discours una docena de libros que pudieron venderse con la condición de que no contuviesen referencias al movimiento terrestre. Descartes, podía tener entonces la tranquilidad en torno a este punto censurado por Roma, el cual le había llevado en 1633 a retirar de la imprenta el tratado del "Monde", al enterarse de la condena de Galileo.

Sin embargo, probablemente desde 1629 fue desarrollando una metafísica en la que ocupaba un puesto central el principio de la omnipotencia divina, como fue informando al P. Mersenne en su correspondencia del año 30. Sin profundizar en ello, que se plasmaría mejor y más extensamente en obras posteriores, como las "Meditaciones", sin embargo, ya en el "Discurso" expuso las pruebas demostrativas de la existencia de Dios como plenitud de perfección garante de la certeza de las conclusiones obtenidas a partir de nuestros pensamientos claros y distintos. Y como de ningún modo podrían haber sospechado los susodichos cardenales las posibles conexiones lógicas con la polémica del movimiento de la Tierra, Descartes podría haber esperado como un primer triunfo obtener el beneplácito de éstos para sus ideas metafísicas.

Descartes era ambicioso e inteligente, de modo que había diseñado una estrategia de largo alcance para obtener, primero, el apoyo de Roma a su filosofía y, más tarde, remover el dogmatismo geocentrista y el escepticismo teológico contrario a las nuevas ideas científicas. Y cuando hablo de "escepticismo teológico", tomando la expresión del Prof. Luca Bianchi, me refiero a la angélica doctrina, es decir, a la estrategia argumentativa pensada por el Papa Urbano VIII a partir del principio de la omnipotencia divina - pero concebida de una manera tan libre que resultaba imposible armonizar con el tomismo ni con la visión occamista. Como bien han demostrado recientes estudios, la objeción anticopernicana papal ponía en peligro los principios metafísicos de la inteligibilidad del ser y de la capacidad cognoscitiva de la razón humana. Algo sobre lo que también trataré más adelante, partiendo de las explicaciones dadas sobre el radicalismo de la duda metodológica en mi libro "El caballo de Troya de Descartes"

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martes

TAXONOMÍA DE BLOOM

Mañana me ocuparé de compartir con compañeros docentes lo más básico de la taxonomía de Bloom para aplicar a la formulación de objetivos de aprendizaje en el diseño de actividades basados en el modelo de flipped classroom.Está limitado sólo a los objetivos. Acabo de preparar este sencillo prezi:

Pinchar aquí

viernes

¿ Por qué dejé inconclusa mi investigación sobre la duda metódica cartesiana y la hipótesis del Deus deceptor?

La vida depara siempre problemas pero en algunos momentos son de tal gravedad que, cuando uno entrega el alma con honestidad a las cosas que de verdad importan, le hacen detener el camino emprendido y dedicar toda su atención a luchar por algo a lo que consagró su vida entera. Por ello deje inconclusa mi investigación. Creo que es un camino que permite pensar y repensar el curso de algunos itinerarios abiertos y expeditos por los pensadores, filósofos y científicos, desde la modernidad hasta nuestro tiempo. Pero lo dejo ahí. Quizás fue tiempo perdido. Ahora lo asumo como el fracaso decidido por esforzarme en algo que fue un fracaso mayor.No dependía sólo de mi. Sin embargo, si mis conjeturas e investigaciones pudiesen ser útiles a alguien en el futuro y si llega a ver hasta que punto pudiesen tener relación con el famoso teorema de incompletitud de Gödel, yo le animo a seguir esta senda, pues no era mía. Ya otro sabio italiano, Morpurgo Tagliabue, lo intuyó mucho antes, aunque yo supe de ello por un profesor de La Sapienza de Roma. Le agradecería a esa persona que reconociese que una parte del camino la hicimos juntos para continuarla él con los pasos de su propio pensamiento

lunes

MI PRIMER VIDEO APRISA Y CORRIENDO HECHO PARA EL CURSO DE FLIPPED CLASSROOM

Una actividad propuesta y realizada hoy para el curso sobre esta innovación educativa representada por el modelo pedagógico de Flipped Classroom, patrocinado por la editorial Edelvives e impartido por la Profesora Araceli Calvo. Este es mi primer ensayo de creación de un video para dar qué pensar a los alumnos



miércoles

Antonio Lucio Vivaldi - Concerto en la menor

Vivaldi OP 3, n.6, RV 356



Il sospetto, RV 199

Antonio Vivaldi "Beatus Vir, RV 597"



Salmo 112

Beatus vir, qui timet Dominum, in mandatis ejus volet nimis.
Potens in terra erit semen ejus, generatio rectorum benedicetur.
Gloria et divitiae in domo ejus, et iustitia ejus manet in saeculum saeculi.
Exortum est in tenebris lumen rectis, misericors et miserator et iustus.
Iucundus homo, qui miseretur et commodat, disponet res suas in judicio,
quia in aeternum non commovebitur. In memoria aeterna erit iustus,
ab auditione mala non timebit. Paratum cor ejus, sperare in Domino,
confirmatum est cor eius, non commovebitur, donec despiciat inimicos suos.
Dispersit dedit pauperibus; justitia ejus manet in saeculum saeculi, cornu ejus exaltabitur in gloria.
Peccator videbit et irascetur, dentibus suis fremet et tabescet. Desiderium peccatorum peribit.

martes

COLEGIO BETICA MUDARRA 2016

Un colegio comprometido con pasión por una educación inspirada por los ideales del "humanismo verdad" y del "cristianismo verdad" de S. Pedro Poveda